REALISMO
El Realismo toma como punto de partida la presunción que la comunidad internacional existe en un estado de anarquía, y que no existe otro mecanismo de regulación mas que el poder. En otras palabras, según el realismo, el estado es el actor principal, y la interacción entre naciones ocurre por medio del estado, no por medio de instituciones internacionales u otro tipo de organizaciones. Según este modelo, cada estado es responsable por su propio bienestar y su supervivencia; de esta manera, el poder se convierte en el elemento central de interés para cada estado. Por poder se entiende en este caso capacidad militar, preponderancia económica, capacidad de movilización política, y percepción internacional entre otras. Por esta razón, es la responsabilidad de cada estado obtener tanto poder le sea posible, incluso si es necesario hacerlo a cuesta de otros.
En tal estado de anarquía, el orden es establecido por un balance de poder: los estados menos poderosos crean un alianza contra los mas poderosos, de tal manera que si el estado mas poderosos del sistema (conocido como el poder hegemónico) intenta atacar o anexar alguno de los estados menos poderosos, la alianza de estos estados contraataca; así, la amenaza de retaliación mantiene un orden y establece ciertos limites. Igualmente, otros estados se alinean con el poder hegemónico en caso de conveniencia, usualmente para protegerse de otros estados hostiles. De esta manera, las alianzas cambian de acuerdo a las circunstancias, manteniendo siempre un balance de poder.
Usualmente se requiere de un conflicto bélico de alta magnitud que desgaste al poder hegemónico de tal manera que le resulte imposible impedir a otro estado asumir la posición de hegemonía. Históricamente, se pueden identificar algunos ejemplos, tales como la guerra entre Roma y Cartago, la cual consolidó a Roma como poder hegemónico. En ciertos casos, sin embargo, si un poder hegemónico se expande más allá de su capacidad, puede colapsar por si mismo. El último fue el caso de Inglaterra, que tras el desplome de su imperio le dio el paso libre a los Estados Unidos para asumir la posición de poder hegemónico. Como resultado, las reglas del sistema internacional tienden a reflejar los intereses del estado hegemónico. Tucídides identificó este principio hace mas de dos mil años con aquella frase célebre que dice, los vencedores hacen lo que pueden, y los perdedores hacen lo que tiene que hacer.
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