Desde que el 18 de diciembre de 2013 la Asamblea General de la ONU aprobara la resolución relativa a la seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad ( A-RES /68/163 ) la sociedad sigue observando las dificultades que éstos tienen para el desempeño de su trabajo en diferentes lugares del mundo.Éste se aprobó a raíz del asesinato en Malí de los reporteros de Radio France Internationale Ghislaine Dupont y Claude Verlon.
Rosa Meneses publicó en El Mundo este artículo que reproduzco a continuación en noviembre del año pasado porque conviene recordar, para no olvidar, que estas cosas ocurren con demsasiada frecuencia.
Organizaciones internacionales reclaman combatir la impunidad de los crímenes contra los informadores en todo el mundo.
Desaparecidos, torturados, tiroteados, secuestrados, encarcelados... Periodistas de todo el mundo pagan un alto precio personal y profesional por su compromiso con la libertad de información. Y es que ejercer el periodismo ha costado la vida a cerca de 800 informadores desde 2006 en todo el mundo. Pero sólo un 7% de esos casos han sido castigados, según datos facilitados por Naciones Unidas.
Para luchar por que las agresiones a los profesionales de la información no queden sin castigo la ONU instauró el Día Mundial para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra los Periodistas. Un recordatorio que se activa cada 2 de noviembre, desde que en 2013 fueran asesinados los reporteros de Radio France Internacionale Ghislaine Dupont y Claude Verlon, en Mali.
En España, el caso más simbólico es el del camarógrafo José Couso, asesinado por disparos desde un carro de combate estadounidense contra el Hotel Palestina de Bagdad, en abril de 2003. Esta semana, el Tribunal Supremo ha dado carpetazo definitivo a la investigación de su asesinato. Un nuevo revés para que se haga justicia, después de que la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial de marzo de 2014 pusiera fin a la Justicia Universal y obligara al juez de la Audiencia Nacional instructor del caso, Santiago Pedraz, a archivar el proceso.
La suspensión de la Justicia Universal fue ampliamente criticada por Reporteros Sin Fronteras (RSF), que llamó la atención sobre sus consecuencias. "La suspensión de la Justicia Universal fomenta los crímenes contra los periodistas españoles, al quedar totalmente desprotegidos jurídicamente, en la cobertura de guerras y conflictos", señala a EL MUNDO.es la presidenta de RSF-España, Malén Aznárez.
En lo que va de 2016, 50 profesionales han sido asesinados en todo el mundo, según el Barómetro que actualiza día a día RSF. Otros 147 periodistas se encuentran encarcelados. Los últimos en engrosar la macabra lista de profesionales en prisión han sido el director del diario opositor turco 'Çumhuriyet', Murat Sabuncu, y otros 11 miembros de su staff, incluyendo miembros del Consejo Editor, columnistas y un caricaturista. Todos fueron detenidos ayer, por supuestamente apoyar el fallido golpe de Estado del 15 de julio.
La represión que ha puesto en marcha el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, desde la frustrada asonada militar alarma a organizaciones como RSF, que cada año elabora una lista de los llamados Depredadores de la Libertad de Prensa con los peores enemigos de la libertad de información. Precisamente mañana, la ONG publicará la lista actualizada, "en la que lamentablemente hay nuevos protagonistas", adelanta Aznárez.
"En esa lista figuran desde mandatarios de dictaduras a grupos armados, líderes religiosos, mafias y agencias de Inteligencia de todo el mundo, pero también dirigentes de países que se llaman a sí mismos democráticos, pero que han declarado la guerra abierta a los periodistas y a los medios de comunicación que les resultan molestos", continúa.
Otra organización de defensa de los que se juegan la vida en todo el mundo para que la sociedad sepa lo que ocurre es el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, en sus siglas en inglés), que acaba de publicar su Índice de Impunidad Global, en el que alinea los países donde los periodistas son blanco de asesinatos y ataques que quedan sin castigo. Según este ránking, el peor país es Somalia -por segundo año consecutivo-, con 24 muertes sin perseguir. Allí, el grupo islamista Al Shabab es sospechoso de la mayoría de asesinatos de miembros de los medios de comunicación. Le siguen, por este orden, Irak, Siria, Filipinas, Sudán del Sur, México, Afganistán, Pakistán, Brasil y Rusia.
Miedo y autocensura
El índice del CPJ calcula el número de crímenes sin resolver en un periodo de 10 años según el porcentaje de población. Según esta organización, el 80% de estos asesinatos ocurrieron en 13 países. Su análisis también revela que, en la pasada década, grupos políticos y organizaciones extremistas -incluyendo al autodenominado Estado Islámico- son sospechosos de perpetrar más del 40% de los asesinatos de reporteros. En un cuarto de los casos para este mismo periodo se considera responsables a gobiernos y miembros de ejércitos regulares.
El CPJ señala que el 95% de las víctimas son reporteros locales, la mayoría cubriendo casos de corrupción o siguiendo la política de su país. Sólo el 3% del total de estos asesinatos han obtenido justicia, según esta ONG con base en Washington, lo que demuestra que la impunidad es una de las mayores amenazas a la libertad de información. "La impunidad es un crimen contra el ejercicio de la libertad de expresión y los derechos humanos en general. Envalentona a los criminales, constituye una amenaza para el estado de derecho y conduce al miedo y la autocensura. Toda la sociedad la sufre", declaró ayer la directora general de la UNESCO, Irina Bokova.
"Los periodistas asesinados, desaparecidos, encarcelados, torturados, agredidos o amedrentados son la cara visible de esas violaciones de la libertad de información, la historia con nombre y apellidos de los intentos de imponer un silencio unilateral", reitera Aznárez.
"Reporteros Sin Fronteras nunca ha dudado en señalar a quiénes están detrás de esos crímenes: quién empuña el cuchillo o la pistola que acaba con la vida de los informadores, quién instiga los asesinatos, quién ordena amordazar a un periodista, o quién decide cerrar un medio. Precisamente para luchar contra la impunidad de estos crímenes, RSF viene reclamando en los últimos años la creación de un Representante Especial en las Naciones Unidas para proteger y defender mejor a los periodistas", añade la presidenta de la Sección Española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario